The Jesus and Mary Chain es una de esas bandas que no se mencionan mucho en las conversaciones pero cuyo sonido ha influenciado a más bandas de lo que Maradona ha influenciado a consumir perico. Creadores de un sonido a veces difícil de digerir e incluso pop, llevan más de 40 años con tanta elegancia que el tiempo apenas se siente en su nuevo álbum "Glasgow Eyes".

Grabado en su Escocia natal en el estudio de Mogwai, entregan lo que esperábamos de un nuevo disco, superando mis expectativas personales. Obviamente, no es tan innovador como lo fueron en algún momento, pero sí que lograron hacer un álbum relevante con buenas canciones. Comienza con "Venal Joy", una rola que sugiere que aún conservan el ruido y un poco de ambición. "American Born" y "Mediterranean X Film" son temas algo predecibles, pero aún así atractivos, fáciles de escuchar y despiertan curiosidad por ver qué más traen.

"Jamcod" fue el primer sencillo de este álbum y tiene todo lo que un fan de Jesús and Mary Chain puede esperar: melodías planas, ruido inesperado, guitarras locas y ese sonido procesado sobre papel de aluminio. "Discoteque" posiblemente sea la canción más floja, podría haber sido excluida y no hubiera pasado nada. "Pure Poor" desde el principio sabes que te va a gustar, sonido noventero muy malandro. "The Eagles and The Beatles”, al principio parece "I Love Rock And Roll", y no me estaba gustando nada hasta que presté atención a la letra; es como una oda a sus influencias y a su crecimiento musical. No es que me encantara, pero ayuda a apreciarla un poco más. "Silver Strings" pasa sin pena ni gloria, es uno de los puntos bajos del álbum. "Chemical Animal" me da esperanza de que cuando tenga sesenta años aún pueda hacer música tan verga. Además, la letra narra lo que seguramente fueron sus vidas pasadas, con fragmentos como "Me lleno de químicos para ocultar la mierda oscura que no muestro". Es mi canción favorita del álbum.