












Escrito por: Mario Rincón


"Bury Me", "Snail" y "Tristessa" adelantaban lo que vendría con Siamese Dream: ese riff que empuja, clásico de los Pumpkins.
"Crush", "Suffer" y "Window Pain" son de esas canciones bonitas, como seda y algodón de azúcar. Transmiten sensaciones especiales, inspiran, finura musical.
Y para cerrar, "Daydream" cantada por Darcy, que tanto se extraña en la banda. Una canción acústica al mero estilo Pumpkin, con cuerdas, voces que te mueven cosas, te transportan a un lugar mejor donde pareciera que vivimos en un mundo más justo y equitativo para todos.
Gish es volar sin alas, soñar despierto y propuesta.
Gracias, Pumpkins, por enseñarme el camino.
Gish es el Santo Grial de la música alternativa. En su momento, fue el álbum independiente más vendido, y ¿cómo no serlo? Su sonido era como juntar a My Bloody Valentine con Black Sabbath. A eso le agregas la ambición de la banda y a un novel Butch Vig, y tienes esta maravilla auditiva.
Abre con "I am One" y un riff de batería que demostraba que eran diferentes. Un bajo emocionante y luego el tono de unas guitarras que marcarían la vida de muchos.
"Siva" es el hit del disco y un himno noventero. Al minuto 2 de la rola, te lanzan un bajón de dinámica que siempre he querido emular con mis proyectos personales, pero es algo que Jimmy y Billy saben hacer muy cabrón y que denota un nivel en el instrumento envidiable.
"Rhinoceros" es mi favorita: las texturas, sonidos, la voz sedosa, buena letra y la psicodelia bien aplicada. 0 empalagosa como nos han acostumbrado desde Tame Impala, “She knows”.









