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Escrito por: Francisco Arroyo De Lara

El Punk está muerto.

 

Es lo que probablemente diría ese señor caguengue, que tanto te hostiga en Instagram, asegurando que el mundo era mejor cuando tenía tu edad. Cagadamente, esta frase no está tan fuera de lugar en este caso, pues si bien podría no considerarse muerto, es cierto que ha perdido cierta vitalidad a lo largo de los años, por lo menos en la escena mexicana.

 

Al Punk le pasó una de las peores cosas que pueden acontecer a un género o banda: volverse una fórmula. Mismos dos acordes con mezclas saturadas hasta la verga, voces y letras tan genéricas, que los mensajes de lucha tan importantes que pretenden llevar de estandarte, pierden seriedad y credibilidad, pues la monotonía con la que son enunciados opacan agresivamente dichas causas. 

 

Pero hey, el Punk no está muerto ¿cierto? Si bien de lo peor que le pudo pasar al género es que cientos de bandas repitieran hasta el cansancio y sin sentido “la tira me la estira” en sus letras, en contraparte, lo mejor que le pudo pasar fue bautizado en 2017 como Grave/Mal.

 

Grave/Mal es un dúo de “tran(s)ce-punk” conformado por Beh (Guitarra, Voz) & Ali Terror (Batería, Voz, Sintes), de Guadalajara, México, con cuatro álbumes publicados y un quinto en camino. No es difícil deducir el origen del “tran(s)ce” que utilizan como prefijo. Sus letras y declaraciones dejan en claro su posición política, de lucha y resistencia desde el género. 

 

“transicionar, seguir el deseo salvaje;

con tu lenguaje, con tu cuerpo, tu intuición.

y empezar de nuevo. todos los días.”

Las letras de Grave/Mal se sienten frescas y auténticas, en cuanto que, es notorio que han vivido en carne propia las cosas que enuncian en sus rolas, y ese es un factor que personalmente consideraría importantísimo al hablar del punk. Habla de lo que conoces y vives, no de lo que pretendes ser ni de lo que los demás esperan que hables. Un punk que denuncia los pedos actuales dicho y hecho como lo hace Grave/Mal es emocionante y revitalizador para esta escena en supuesta postración.

 

El transicionar es parte vital de Grave/Mal, pero el “trance” también hace presencia, ya que una de las primeras cosas que sorprenden al escuchar su último álbum, “Disco Muerte” (2021) es la duración de las rolas y el cómo se desarrollan. 

 

Abrir el álbum con una rola de nueve minutos de duración es un contraste cuanto menos curioso en relación a las canciones de uno o dos minutos, que suelen distinguir a las bandas de punk más puristas del país. Y es cagado, pero esta banda también repite sus acordes y sus frases una y otra vez, pero la forma en que lo hacen es tan buena que sugiere una intención, un fin, más que una falta de creatividad o técnica. Bien dicen por ahí que la repetición lleva a un estado alterado de la conciencia, a un trance, incluso se presume que rezar el padre nuestro en loop te puede acercar a ver a diosito. ¿A dónde pretende llevarte Grave/Mal con el tranc(s)ce punk?

 

“... quemarlo todo, cuestionar las viejas creencias.

fallar sin miedo.” 

 

¿Saben qué? Olvídenlo, maten al Punk, que ya ha envejecido tanto y tan mal, mátalo, siempre y cuando sean géneros como el Tran(s)ce Punk y bandas como Grave/Mal, quienes tomen su lugar.

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Ruido De Otros Días

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