Idles | La Bestia Radio Blog 3/4

VA CALADO
Idles - TANGK

Reseña por: Fran Carrera

Tangk no es un álbum de principiantes. Un novato no podría hacer esto. Para llegar ahí hay que caminar un chingo y aprender mucho. Aguantar suficiente tiempo en un negocio cruel y tener la disposición de expandir tus propias fronteras creativas al margen del negocio, no es fácil. Desde el primer bombo, en ‘IDEA 01’, notas que no es el mismo sonido de siempre, sabes que viene algo distinto. El piano podría ser ‘Bloom’ de Radiohead, pista inconfundible de Nigel. La cinta casi te raspa los oídos por dentro y se te mete por la nariz. El bombo se convierte en un drum machine, luego en ruido y no te das cuenta en qué momento sucedió.

En ‘Gift Horse’ solo intervienen en momentos puntuales hasta que llega el coro, que ya es un atasque de distorsión. Es una rola más de texturas que de riffs. La batería si suena muy distinta al clásico sonido. Hasta en los fills se ve que John Beavis le pega diferente. El video, verguísima. Nunca analizas la locura de un súper, o de la vida en general. She is the king. Seguramente será una de las favoritas de los fans más clavados.

‘Hall and Oates’ recuerda al sonido oxidado de Ultra Mono. Otra rola que le gustará al fan que los seguía desde que no tenían tatuajes. Recuerda al Queens of The Stone Age de Era Vulgaris. ‘Jungle’ es el ‘Burn The Witch’ de este álbum. Verga, este riff te somete. Además de un fino sonido, una rola muy frita. ‘Gratitude" tiene un coro pegajoso con buenas distorsiones y el álbum termina con ‘Monolith’ que propone de los sonidos más interesantes de todo el disco y te despide con saxofón. Joe ya tiene más skills de canto, no que no los tuviera antes pero ahora hay menos gritos y más melodías.

Tangk es el álbum de IDLES que suena más masivo hasta la fecha. Los tamaños de todo son más grandes, el bebé está creciendo y los zapatos ya no le quedan. Para los punks más radicales será un disco desconcertante. Para los que aprecian el cambio y la evolución, una grata sorpresa. A pesar del contexto en el que está hecho, no es precisamente su escucha más fácil, tiene un montón de experimentación, ritmos extraños y sonidos que te tomaría meses lograr. Con Tangk, IDLES llega a donde pocas bandas relativamente nuevas han llegado. Si ellos lo hicieron, tú también puedes.

Los mamadores, digo los puristas, se molestan cuando las bandas empiezan a llegar a audiencias masivas. Y aunque no es el caso del punk aún, básicamente porque ahora todo el mundo está escuchando corridos, una aparición en Jimmy Fallon tampoco es precisamente undergound. El mundo mainstream está en su punto más cuestionable para alguien de ‘buen gusto’ pero no seas gruñón, no siempre fue tan malo.

Con Tangk (2024), IDLES se sale del corral. Trabajar con Nigel Gordich tampoco es cualquier cosa. Tangk es exactamente lo que esperarías de un álbum de IDLES filtrado con la coladera de Nigel. Suena a meter a un miembro de Radiohead en IDLES y capturarlo en cinta. Mientras Brutalism y Joy ya son clásicos, su álbum más ‘easy listening’ podría ser Ultra Mono en el sentido de que puede tener las canciones relativamente más amigables para un fan de Taylor Swift o de Fuerza Regida. Crawler, de los más podridos, ya daba pistas de cambio.

‘POP POP POP’ tiene un jam de sintes muy Hail To The Thief. ‘Roy’ es un momento estelar en Tangk: psdv todo en esta rola, desde el groove tribal y la percusión hasta el sonido de bajo que parece guitarra o la guitarra que parece bajo. Joe Talbot se esmera en cantar más que en gritar. Las guitarras podridas entran para recordar al IDLES viejo. Desde ‘The Beachland Ballroom’, Joe daba pistas de lo que pasaría con su voz.

‘A Gospel’ es una rola muy Suspiria. Quien mejor que Nigel para capturar los mejores sonidos de piano. Muy fina la voz de Joe y también los sonidos ambientales. ‘Dancer’: el single, la rola para bailar. El riff es a casi una sola nota pero con ese tono en la guitarra que seguro se tardaron chingos de horas en perfeccionar. ‘Grace’ puede ser el bajón del álbum, no es la rola más interesante pero los sonidos, especialmente del bajo y la batería, no decepcionan.