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Historia de Portada:

ES SOBRE TODXS NOSOTROS
Bratmobile: El Origen 

Si alguna vez has soñado con formar una banda pero siempre has encontrado pretextos para no hacerlo, aquí te presentamos el origen de uno de los actos más icónicos del movimiento Riot Grrrl, contado por sus propias protagonistas. Lee esto, inspírate y sal a hacer un pinche desmadre, porque el mundo nunca tendrá suficientes guitarrazos

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Marzo 17, 2024

 

Probablemente nadie consume más La Bestia Radio que La Bestia Radio misma. En la oficina suena todo el día. Escuchamos todos los programas, todas las entrevistas y toda la música que ponen los locutores. Finalmente, si nosotros no amamos a La Bestia Radio, ¿cómo podemos pedirle a otras personas que lo hagan?

 

Fue durante uno de estos días de escucha maratónica que entre la programación apareció el track “Brackish” de Kittie* y OH POR DIOS, sentí como el hueco de vértices infinitos que normalmente habita mi corazón tomó la forma de nostalgia por el año 2001, apreté mis ojos contra mis manos hasta que vi pequeños puntos luminosos, me recargué sobre el teclado de mi laptop de segunda mano (de la cual aún debo 10 mensualidades) y con una voz frita y arrastrada murmuré al cuarto: “Daría todo por volver un solo día”.

 

Y sí, claro que esa nostalgia tiene su buena medida de querer volver a probar un Milky Way Chupi Pack, coleccionar crecencios y poder volver a entrar en un MixUp 100% libre de Funkos. Pero sobre todo está compuesta por la añoranza de querer volver a ser la persona que era 23 años atrás, una preadolescente con una sola misión: ser parte de una banda.

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En 1989 Allison Wolfe y Molly Newman se conocen en la universidad de Everdeen en Washington. “Ella siempre ha sido una persona muy entretenida de ver, definitivamente llamaba mi atención. ¡Desde los lentes! que no eran tan cool como los que trae ahora, pero eran definitivamente geniales.” platica Molly sobre el momento en el que conoció a Allison. “Yo siempre me he visto mucho más aburrida, más fresilla.” continúa “¡No creo para nada que seas aburrida!” interrumpe Allison “De hecho la primera vez que te vi estabas al fondo de un pasillo en nuestro dormitorio gritándole con todos sus huevos a un tipo en el teléfono. ¡Me pareció sumamente interesante!”.

 

Tras este primer encuentro Molly y Allison formaron Bratmobile, una banda considerada de los principales actos de principios de los 90s asociados con el movimiento riot grrrl. Un movimiento musical que abordaba el punk desde un punto de vista feminista con letras divertidas y crudas que hablaban de temas como la violencia doméstica, el abuso sexual, el aborto etc y que nació como una respuesta al panoráma musical del momento. “A finales de los años ochenta y principios de los noventa, todo era sobre el grunge. A Molly y a mí nos encantaban esas bandas y nos gustaba ir a esos conciertos pero la verdad es que eran principalmente batos y aunque la música era genial, las letras a menudo eran algo aburridas o sexistas. ¡Y la imagen! especialmente proveniente de Sub Pop en ese momento, a veces era bastante sexista.” me comenta Allison a través de la pantallita de la computadora.

 

Después de más o menos 20 años en inactividad Bratmobile ha vuelto a la música y aunque en este momento no hay planes de lanzar nuevos tracks, los escenarios que están tomando son cada vez más y más grandes. Próximamente se van a presentar en el festival Pitchfork de Chicago y en marco de este regreso tuve chance de sentarme a platicar un rato con ellas a través de Zoom. 

Son personas ligeras y divertidas (cuando apenas estábamos cuadrando los horarios para la entrevista Allison me dijo “a esa hora tengo una junta, pero es de hueva… la verdad prefiero hanguear con ustedes”) que tienen un montón de anécdotas y que son una pieza fundamental de la historia de la música contemporánea y que están apunto de darle un periodicazo en el hocico a varías de mis ideas adolescentes sobre quien puede o no entrar en el mundo de la música.

"Aunque la música era genial,
las letras a menudo eran algo aburridas o sexistas."

-Allison Wolfe

Allison se crió en Olympia, Washington, en una familia abiertamente feminista. Mientras tanto, Molly creció en Washington D.C., y aunque su familia no se identificaba explícitamente como feminista, fue educada con conciencia sobre las desigualdades sociales. Esta base cultural y educativa común influyó en que las letras de Bratmobile, resalten y critiquen constantemente cuestiones sociales.

 

Algunas de las primeras influencias musicales de la recién formada “Bratmobile” las trajo Allison de Olympia, “Ella trajo una maleta llena de música que nunca había escuchado antes, ni siquiera había oído hablar de la idea de qué era.” Cuenta Molly sobre la primera vez que escuchó los cassettes que trajo Allison de casa. Bandas como Go Team (no, no “The Go! Team”, esos son otros) y Spook And The Zombies.

 

“Tal vez no sabíamos todavía como hacer música pero sabíamos que teníamos algo que decir. Algo que podría ser al menos tan interesante e importante como lo que estaba sonando en ese momento. Así que al puro estilo DIY tuvimos que averiguar cómo hacer ese ruido para poder poner nuestro mensaje allá afuera. Tuvimos mucha suerte de venir de Olympia, Washington, donde había una especie de movimiento de música ‘hágalo usted mismo’ muy específico en el cual las formaciones no tradicionales de bandas eran muy comunes y todos eran alentados a hacer música y sonidos y sin importar lo que supieras hacer”, cuenta Allison sobre los inicios del proyecto.

"Tal vez no sabíamos todavía como hacer música pero sabíamos que teníamos algo que decir."

Les digo que yo en mi preadolescencia y adolescencia no había nada que yo quisiera más que estar en una banda. Fui de esa generación que medio se crió enfrente de MTV, me la pasaba todo el día viendo videoclips. Imaginando, al más puro estilo de un Hannibal Lecter, como sería estar en la piel de alguna de esas personas tan cool. Quería ser Melissa Auf Der Mauer, Mercedes Lander, Nina Persson, Shirley Manson, Louise Post, Kim Deal, o ya de perdida Fred Durst. 

 

Y sí tuve por ahí algún par de intentillos pero la verdad es que siempre terminaba sintiendo que eso no era para mí, que  era para otro tipo de personas (ni siquiera sé cuál era ese tipo, solo sabía que yo definitivamente no lo era), personas que desde antes de juntarse a tocar juntas tenían que saber una teoría musical perfecta, capaces de recitar todo el Baqueiro Foster y con un conocimiento profundo de su instrumento. Y que sí bien por supuesto hay tipos de música que requieren todo esto (¡y más!) pues la verdad es que hay muchos otros que no y ahora que platico con Allison y Molly veo que quien me pateó en la espinilla antes de poder empezar mi carrera musical pues fuí yo misma.

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“¡Hey! Estoy armando un show para el día de San Valentin con Bikini Kill y Some Velvet Sidewalk ¿Quieren abrirles?” Les preguntó Calvin Johnson de  K Records (la disquera que lanzó los primeros materiales de Built To Spill, Beck o Modest Mouse).

 

Era una oportunidad realmente cabrona para presentar a la banda. Sin embargo había un problema bastante grande: Bratmobile jamás había tocado una sola nota. No es que no pensaran hacerlo en algún momento pero definitivamente empezaron a hablar mucho antes de tiempo. 

 

En los meses posteriores a que fijaron su nombre, tanto Allison como Molly aplicaron un verdadero “se vienen cositas” y se la pasaron diciéndole a cuanto civil encontraron en su camino: “Tenemos una banda, nos llamamos Bratmobile” pero la realidad era que no tenían una verdadera experiencia músical; Allison había tomado algunas clases de guitarra y Molly tenía una guitarra, pero no habían ensayado juntas, acumulando un gran total de menos cien horas de práctica.

 

Sin embargo, como alguna vez dijo algún pensadorx anonimx “A la gente cula no le hacen corridos” y tanto Molly como Allison decidieron llevar esto a sus últimas consecuencias, consiguieron una sala de ensayo (habría que realizar la genealogía pertinente pero hipotetizo que debió ser alguna bisabuela de La Bestia), se encerraron a tocar y echaron a andar el Bratmobile

Sobre ese encerrerón para formar una banda en tiempo record, Molly recuerda: “La música no era excesivamente complicada, era lo suficientemente accesible. Eran una melodía y un ritmo. Y en algunos casos era solo una voz y un instrumento. Así que realmente no creo que estuviéramos limitadas por la situación técnica. Fue muy orgánico, Allison estaba escribiendo poesía y  las letras eran como la poesía de la música. Yo empecé a tocar una guitarra que tenía y también empezamos a coverear bandas que pensábamos eran similares a lo que queríamos hacer.” 

 

Durante ese primer show se pararon en el escenario con los ovarios bien puestos  y presentaron 3 rolotas: “Some Special”, “Girl Germs” y un cover de Spook And The Zombies: “Girlfriends Don’t Keep”. Tocar en vivo era bastante difícil. Allison no tenía la coordinación para cantar y tocar al mismo tiempo, así que Molly tenía que intercalar entre la guitarra y la batería, haciendo que solo pudieran tener un instrumento a la vez

 

El show fue un éxito y contaron con la suerte de pertenecer a una escena que rápidamente les abrió las puertas. Esa misma noche hubo quien les ofreció grabar algunos de sus tracks y quien quería ponerlas en compilaciones de bandas emergentes (imagino que quienes se les aproximaron fueron personas que también sintieron su poderosísima energía de “¿Para qué queremos piernas si vamos a andar de culo?”)

 

Para este momento Bratmobile tenía dos cosas que las ayudarían a irse para arriba: Una pinche actitud tamaño Pangea de decir “¿Cómo chingados no lo voy a poder hacer?” y unas letras pegajosas pero significativas. Sus canciones que no solo pueden ser muy cagadas, están llenas de autocrítica y reflexión, no sólo señalan problemas a lo pendejo. Allison recalca: "Cuando critico algo, es un recordatorio de que todos somos parte, no solo tú. Si te digo 'tú, tú, tú eres el problema', me incluyo a mí también. ¿Por qué estoy aceptando eso? Eso es una mierda, ¿verdad?". Es como ese dicho "cuando señalas con un dedo, tres apuntan hacia ti", es invitar a una reflexión sobre la responsabilidad en las situaciones o comportamientos que critican.

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Otra de las ideas medio pendejas que me impidieron tener mi banda de ensueño adolescente era la idea de que “las morras no rockeaban”. Y es que sí, en MTV podía encontrar la música de Veruca Salt o la de República pero la verdad es que ninguna de las dos bandas, por más que me gustaran, tenía nada que ver con mi entorno. Ellas estaban lejísimos de mi realidad de niña mexicana promedio, no era como que le pudiera contar mis inquietudes musicales a Saffron Sprackling. 

 

Y vamos, obviamente no estoy diciendo que Saffron tuviera que hacer algo al respecto de esta situación. No, mi punto es que, en mi espacio social inmediato, sentía que no tenía a nadie que se identificara con mi género con quien platicar sobre mis inquietudes musicales. Y probablemente no es porque no lo hubiera, estoy segura de que en mi secundaria había muchas más chicas con esta inquietud, solo en ese momento no teníamos espacios donde expresar lo que nos interesaba y reconocernos una en la otra. 

 

Que a lo mejor esto es una situación “subproducto de la época en que vivía y muy puntual de mi historia personal” (spoiler, no creo que sea así pero bueno)  pero  en aquellos tiempos, todas las banditas amateur eran puros batos y que si de pura casualidad alguna otra niña quería hacer música, de inmediato era categorizada como ahí no más una curiosidad que no había porqué tomar en serio o PEOR, se le tachaba como que el interés femenino por la música solamente pudiera nacer del querer llamar la atención de algún cabrón random y que “sería ahí una etapa nada más”. 

 

Antes de la creación del Riot Grrrl por supuesto que había mujeres haciendo música y había mujeres trabajando en la música pero no suficientes (aún ahora en el año 2024 no tenemos a las suficientes) pero de los más grandes aciertos de este movimiento es que buscó y abogó mucho por la inclusión de más mujeres en estos espacios, creando comunidades que funcionaran como redes de apoyo, no solo para la creación artística, si no para el desarrollo personal de quienes las componen. Claramente quienes componían el movimiento no inventaron el concepto de “hay que ser chidxs entre todxs” pero definitivamente hay que celebrarles como lo acoplaron a su época y espacio.

 

En palabras de la propia Allison: 

 

“Una cosa que creo que fue realmente importante sobre Riot Grrrl, o nuestra comunidad en general con otras mujeres músicas, fue esta idea de apoyarnos mutuamente e incluirnos mutuamente y no competir entre nosotras. Y no estoy diciendo que nunca tuviéramos sentimientos competitivos o celos, o algo así. Pero tenerlo expuesto como lo hizo Kathleen Hanna en el manifiesto Riot Grrrl, detener la palabra con “C” (celos) de matar el amor entre chicas. 

 

Creo que esa fue realmente una de las doctrinas más importantes de Riot Grrrl, es que frente a una sociedad que enfrenta a las mujeres entre sí, nosotros decíamos, No, en realidad, somos un equipo, somos más fuertes en números, todo eso. Y vamos a trabajar juntas y a animarnos mutuamente.

 

Y eso marcó toda la diferencia del mundo, porque de repente, ya no es solo una chica contra lo que sea. Somos todas nosotras de nuevo, ya sabes, creamos nuestra propia escena.” 

 

Sí, suena como cosas geniales de saber cuando estás creciendo

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"Luchábamos por cambiar aquello que nos parecía incorrecto"

Es importante destacar que a pesar de todos los aciertos que ha tenido el Riot Grrrl también ha sido señalado por tener varios errores, principalmente en cuestión de inclusividad y una falta de interseccionalidad en sus orígenes. Sin embargo a diferencia de muchos movimientos sociales, me parece que el Riot Grrrl ha tratado de mantenerse autorreflexivo, con los oídos abiertos y realizando cambios constantemente para seguir expandiendo el espacio seguro que este significa para más personas marginadas.

 

Igual me pareció que sería muy interesante preguntarles a Allison y Molly que opinan de estas críticas y si hubieran hecho algo diferente:
 

Allison: Reconozco que el movimiento Riot Grrrl, siendo de una época distinta, estaba bastante centrado en una perspectiva de género binaria, algo que definitivamente podría haber sido más amplio. No era tan interseccional como podría haber sido, aunque discutíamos sobre estos temas. En aquel entonces, no utilizábamos la palabra "interseccional", pero de alguna manera, sí hablábamos de estos conceptos de otras formas. Es cierto, muchas cosas podrían y quizás deberían haber sido diferentes. Pero éramos jóvenes, nos estábamos divirtiendo y, en gran medida, todo esto surgía de las comunidades que estábamos creando. Todos estábamos aprendiendo mientras avanzábamos.

 

Molly: Cuando miro atrás a mi juventud, a este momento de evolución y cambio en el que apenas te estás volviendo una persona, me siento bastante impresionada. Claro, hay cosas que podrían haber sido mejores, como menciona Allison. Pero, mirándolo desde otra perspectiva, siento un cierto orgullo por no haber tenido miedo ante tantas normas y limitaciones, ya sean familiares o sociales. No todos veníamos de un entorno económico alto; la mayoría tuvimos una infancia cómoda y segura, lo que nos proporcionó una base para actuar. Pero para nada éramos gente que andaba en yate; luchábamos por cambiar aquello que nos parecía incorrecto. Así que ahora me siento agradecida por haber tenido el valor de emprender acciones que eran algo arriesgadas, algo diferentes. Todo eso formó parte de una época de aprendizaje y evolución.

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La tercera mentira que me mantuvo a raya de tener mi banda y obtener incontables horas de cotorreo fue una que me tragué con todo y anzuelo: El  mito del artista atormentado. Pensaba que una carrera musical solo valía la pena si era increíblemente brillante, increíblemente corta  e increíblemente tortuosa. Parecía que mientras más grande y recordado era un artista, más terrible y sanguinario era su Behind The Music. A mayor éxito más solitaria se volvía la figura. 

 

Nuevamente Bratmobile es la imagen viviente de que estaba mal, durante la media hora que tuve la oportunidad de hablar con ellas, no solo encontré a dos personas que ayudaron a cambiar el rumbo de la música y que lograron no solo amplificar sus voces y las de otras mujeres en su momento, si no que lograron crear un espacio para que las voces de miles de morras sigan sonando hasta hoy. Encontré a dos amigas que se quieren y se cuidan una a la otra, que después de veinte años de no tocar se han vuelto a juntar igual que cuando tenían en la mira ese show de San Valentin. 

 

Es precioso ver a dos mujeres bromear entre ellas, recordar con cariño, tirarse cumplidos y saber que sus vidas han seguido, muchos años después de lo que las unió. 

Tengo 34 años y seguramente para cuando termine de escribir esto ya solo deberé 9 mensualidades de mi computadora de segunda mano. 

 

En retrospectiva, me hubiera divertido más si hubiera sabido que no debía esperar a ser una virtuosa del instrumento, que había cientos de morras esperando dar guitarrazos y tamborazos conmigo y que no es un requisito unirte al club de los 27 para poder sentarte con a hacer un poco de música para el mundo. 

 

Platicar con Allison y Molly ha sido una de las experiencias más gratificantes de mi trabajo, como les decía al principio, son personas ligeras y divertidas que se pusieron de cara frente al miedo y se pusieron a gritar sin pedir perdón o permiso. Estos días que escuchaba su música y transcribía la entrevista me encontré enamorada de su trabajo y su historia.

 

La verdad es que no guardo resentimiento y no me arrepiento de la vida que me ha tocado vivir. Ok, tal vez no tuve una banda, pero ahora parte de mi trabajo es escuchar sus historias de primera mano, verlos más cerca y escuchar sus rolas un poco antes que los demás. Para mí es suficiente y estoy en paz. Pero si tú que estás leyendo esto, quieres hacer una banda, y sobre todo si eres una morra:

 

Junta a tus amigas, consigue una guitarra y haz una maldita banda porque nos haces falta.

 

La bratmobile señal está encendida 

 

*El programa donde sonó “Brackish” de Kittie fue Gear Anxiety en su especial de Numetal, hazte un favor y sintoniza Gear Anxiety todos los Jueves a las 12pm hora CDMX 

 

Este texto se elaboró con una entrevista realizada a Allison Wolfe y Molly Neuman el 26 de febrero de 24 y se complementó con extractos de la tesis “GIRL GERMS, NO RETURNS: A BRATMOBILE ORAL HISTORY” de Allison Wolfe.

Ruido De Otros Días

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